Sin recortes por dos años

El gobierno aspira a suspender, por dos años, el programa de recortes y de reformas fiscales que había adoptado anteriormente con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), indicó ayer el director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf), Omar Marrero.De igual forma, según Marrero, a la luz de las nuevas proyecciones macroeconómicas, el plan fiscal establece que Puerto Rico ya no tendrá los sobrantes que antes estimó para pagar a los bonistas, cifras que dieron pie al acuerdo con la Coalición de Deuda Legítima (CDL) y al consecuente plan de ajuste del gobierno central y cuya discusión, ahora, no se daría hasta julio próximo.Esas dos premisas son la punta de lanza del plan fiscal revisado más reciente que la Aafaf ha preparado y que presentaría anoche a la JSF para cumplir con el plazo acordado, según Marrero.El giro en la propuesta del gobierno se produce justo en el tercer aniversario de la petición de quiebra de Puerto Rico bajo el Título III de la ley federal Promesa.Además, el cambio en la política pública del gobierno se produce mientras el territorio más endeudado, per cápita, en Estados Unidos apenas comienza la reconstrucción por los huracanes del 2017, lidia con una secuencia sísmica en el suroeste de la isla -con un nuevo temblor acontecido hace apenas dos días- y con la pandemia del coronavirus.Sobre todo, se trata de la postura formal de la gobernadora Wanda Vázquez Garced, sucesora de Ricardo Roselló Nevares y cuya visión de la gestión pública era bastante similar a la que impulsa la JSF.La pandemia y el plan fiscal"Ahora, el discurso de la austeridad ya no se sostiene ante lo que es, hay que decirlo, una proyección tétrica", dijo el también representante del gobierno ante la JSF.Marrero señaló que, en la primera versión del plan fiscal de este año, el gobierno incorporó el COVID-19 como un riesgo que debía contemplarse y anticipó que las reformas fiscales podrían postergarse.Esa versión planteaba que las reformas fiscales, incluida la consolidación de agencias, implicaría ajustes por $2,243 millones entre los años fiscales 2020 al 2025, y el sobrante para pagar a los bonistas en ese lustro totalizaría alrededor de $5,300 millones.Ahora, no solo los recortes en el gasto público se congelarían, sino que los presupuestos de salud, seguridad y educación verán aumentos, anticipó Marrero.Ante la falta de certidumbre en torno al manejo del COVID-19 en la isla, el plan fiscal parte de la premisa de que...

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