Se recupera un anfibio endémico de Boriquén

Por Rut N. Tellado Domenech

rtellado@elnuevodia.com

"Cuando comenzamos este proyecto liberando sapitos juveniles, no podíamos determinar si sobrevivían porque nunca los encontrábamos", relató ayer Miguel A. García, director de Pesquerías y Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). "Cuando cambiamos de estrategia al liberar renacuajos en charcas artificiales, empezamos a encontrar sapitos en el lugar".

Ese esfuerzo colaborativo del DRNA junto a entidades como el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, Ciudadanos del Karso, el Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre y la Asociación de Zoológicos y Acuarios, ha logrado el aumento de la población de este anfibio puertorriqueño.

Carmen Guerrero Pérez, secretaria del DRNA, estimó que actualmente hay una población de entre 2,500 a 3,000 individuos de esta especie en la Isla. La cifra resulta significativa si se toma en cuenta que el sapo concho escaseó a tal punto que llegó a considerarse extinto hasta 1967, cuando fue redescubierto.

Desde 1998 se estableció un grupo de trabajo para colaborar con la conservación del sapo concho, de acuerdo con un comunicado del DRNA. Como parte de la iniciativa, "la especie es asistida en su proceso de reproducción en cerca de 11 zoológicos de los Estados Unidos", indicó el documento de la agencia.

Esos renacuajos, explicó García, son enviados en avión por los zoológicos a Puerto Rico para que sean liberados en cualquiera de las cinco charcas artificiales ubicadas en Coamo, Guánica, Manatí, Ciales y Arecibo. Dos de...

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