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Por Carmen Graciela Díaz.Especial El Nuevo Día

La nueva propuesta cinematográfica del director Tom Hooper, que adapta a la pantalla grande el musical que ha sido visto por más de 60 millones de espectadores, según el portal de la película, estrena el próximo 25 de diciembre en los cines. Las apuestas son grandes para este filme, protagonizado por Hugh Jackman, Anne Hathaway, Russell Crowe y Amanda Seyfried, que empieza a arrancar críticas favorables y nominaciones a premios clave como los Golden Globes.

En la revista noticiosa televisiva 60 Minutes, Jackman aseguró que meterse en la piel de Jean Valjean, el personaje que va a la cárcel por robar un pan para ofrecerle a su familia, es "el papel de su vida".

La supervivencia, el amor y el sacrificio son los fondos de esta historia ambientada en la Rebelión de junio de 1832 en París, cuya versión en musical ha dejado canciones claves como I Dreamed a Dream. Y como confirmó Jackman a 60 Minutes, esta puesta de Les Misérables se distingue porque los actores interpretaron en vivo sus canciones durante el rodaje en lugar de doblar; algo que, sin duda, propone unos retos dramáticos que la audiencia percibirá.

Muchos coincidirán con Edgar García, director artístico de Teatro Repertorio de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, compañía que tiene en planes producir esta pieza durante 2013, quien asegura que Los Miserables es una historia que, simplemente, "todo el mundo debe leer porque cambia vidas".

"La narrativa de Víctor Hugo se adentra tanto en el ser humano como en nuestra relación con lo divino. En términos de contar una historia, la tragedia humana atrae a la audiencia", dice quien expone que el público desea conocer cómo los personajes sobrepasan la miseria y circunstancias extremas y en ese trayecto conmoverse porque, después de todo, nos identifica de una forma u otra.

García subraya que esta pieza se sumerge en la constante decisión de escoger entre el bien o una acción "sin conciencia" y cómo una u otra opción tienen el peso de trastocar una vida. "Esos dos caminos, en la novela y el montaje, presentan el debate entre el determinismo -que como está escrito no puedes cambiarlo- o la otra cara, el libre albedrío para...

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