A REDIMIR EL SERVICIO PÚBLICO

Por Carmen Dolores Hernández

Las áreas verdaderamente críticas son -dice- la salud, la economía y la seguridad. "No se atiende la salud como un derecho. ¿Quién controla el pago de los servicios médicos? Las aseguradoras, que se quedan con un 30 por ciento del dinero". El remedio no es complicado: consiste en "considerar la salud como un derecho justo y razonable". Propone un sistema de salud universal con el gobierno -o una cooperativa- como pagador único, tomando como ejemplo lo hecho por países como Canadá.

Nadie en Puerto Rico, por otra parte, puede ignorar el estado ruinoso de nuestra economía. El próximo gobierno deberá enfrentarse con arcas vacías, gastos crecientes y compromisos ya contraídos. El reto es sobrecogedor. Arturo Hernández les impondría contribuciones sobre las ventas a las corporaciones foráneas establecidas aquí. "Dependiendo de su volumen de ventas oscilarían entre un 4 y un 10 por ciento. Tal medida no iría en detrimento de las compañías porque cuando tributan aquí tienen un crédito contributivo en los Estados Unidos".

La economía, el mayor problema del país, ha empeorado por la aplicación de directrices equivocadas. "Se ha querido generar una economía más vigorosa basándose en inversiones extranjeras, pero esa vía tiene limitaciones. Se crean empleos, pero casi todos de bajo rendimiento. Las ganancias no se quedan aquí; se transfieren a Estados Unidos. La política es errada y absurda: busca capital que no da rendimiento".

Él "generaría economía dentro de nuestra propia economía": fomentaría las pequeñas y medianas empresas locales y las microempresas; respaldaría la formación de cooperativas públicas y privadas; desarrollaría la agricultura mediante el buen uso de los terrenos agrícolas. "Puerto Rico solo produce el 15 por ciento de lo que necesita, pero tiene aproximadamente 800,000 cuerdas de tierra agrícola. Las congelaríamos para ese fin y eslabonaríamos la producción con la educación, formando futuros empresarios agrícolas".

De los tres renglones señalados, la seguridad nos afecta a todos por igual. "La pérdida de vidas en Puerto Rico -dice- equivale a la que se daría en una guerra civil o en una revolución". Si lo que más incide en la ola criminal son el narcotráfico y la drogadicción, trabajaría esa situación desde un punto de vista salubrista, brindándole tratamiento al drogadicto, cuidando de que no esté en la calle, eliminando así a un cliente del narcotraficante, a quien habría que perseguir con el peso...

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