En su refugio de paz
Por Patricia Vargas Casiano
pvargas@elnuevodia.com
El apartamento que es propiedad de Luisito Vigoreaux y que la reina podrá disfrutar durante su año de reinado, está cerca de Plaza las Américas y del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.
"Al principio me dio un poco de miedo vivir sola porque siempre había vivido con familiares. No me acostumbraba e invitaba a mi tía, a mi hermana o a una amiga a que se quedaran conmigo acompañándome. Pero una vez me acostumbré, me ha gustado tanto vivir sola que creo que ya no sé si podría volver a vivir con alguien", comentó la modelo ayer.
Aunque se pasa más tiempo fuera que en su nuevo hogar por los muchos compromisos que tiene que cumplir y su preparación para el certamen de Miss Universe, Viviana intenta disfrutarlo lo más posible.
"Los momentos que paso aquí los uso para organizarme, hacer alguna comida e invitar amistades. Siempre desayuno en el apartamento, disfruto de la vista que tengo desde donde se puede ver mucho verdor y el Aquaexpreso. También cuando leo me siento en un sillón junto al ventanal, me da mucha tranquilidad, nunca bajo la cortina porque me gusta que entre la luz natural. Todo el que entra a mi casa me dice que se respira paz", indicó.
El blanco es el color primario en la decoración de la vivienda que cuenta con un dormitorio, una sala pequeña y una cocina cómoda.
El apartamento es pequeño, pero Viviana ha sabido sacarle el mayor partido. Por ejemplo, su cama tiene un cajón debajo, donde muy bien ha acomodado todos sus pares de zapatos.
"Cuando llegué el apartamento ya estaba amueblado, pero le di mi toque con las sábanas, la colcha, la cortina de baño y la alfombra. Elegí el blanco a pesar de que mi ropa tiene mucho color porque en la casa me gusta sentirme relajada".
La cocina no es el fuerte de la reina, y todo lo que prepara es "light" por la dieta, en la que come pequeñas porciones muchas veces al día.
Lo más fuerte que le permiten comer es una pechuga a la plancha o un filete de salmón. Así que cuando visita a sus padres a Corozal pide que nada de arroz con gandules y chuletas que antes le preparaba su mamá.
"No creo que tenga mucho futuro en la cocina a menos que me guste el chef", bromeó.
Sin embargo, el hombre que la acompaña no parece ser un chef, sino alguien que le habla al oído. "Estoy conociendo a una persona que me apoya, que me hace compañía de una forma diferente a las demás. Es una persona que siempre ha estado ahí y que me da ilusión".
Segura de su...
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