Reina la incertidumbre en Peñuelas

PEÑUELAS.- Don Bernardo Samuel Velázquez Torres revivía ayer, con asombro e incredulidad, el fuerte azote del huracán María en el sector Pueblito del barrio Tallaboa Encarnación, donde tenía su casa de madera.

El hombre de 83 años de edad contó que su vivienda quedó hecha trizas por los vientos y el agua dañó todas sus pertenencias, por lo que ayer tuvo que acudir al Centro de Envejecientes de Peñuelas a llenar la documentación correspondiente para optar por la ayuda de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés).

Decenas de personas hacían lo propio en la sede dispuesta por la administración municipal.

“El temporal me llevó todo. La parte de abajo de la casa es de cemento y en la parte de arriba yo tenía dos paredes de cemento y el resto de madera y zinc. Se la llevó completa. Todo se voló”, relató don Bernardo, quien vive solo.

Por otra parte, Rosalinda Soto, de 40 años, también se quedó sin casa por el golpe inclemente de María. Ella vive en la calle Del Río del barrio Tallaboa Alta con un hijo de 18 años que es paciente mental y una hija de 15 años que requiere una dieta especial por problemas de alergia.

Su casa de madera y zinc fue pérdida total.

“La casa está destrozada. Se voló el plafón y el zinc del techo, y las divisiones de la casa. Se mojaron los muebles, las camas, la ropa y un televisor. Solo pude salvar un poco de ropa para los nenes y algo para mí”, contó Soto.

Peñuelas lucía ayer como muchos otros pueblos de Puerto Rico: con montones de árboles y postes caídos en las carreteras, derrumbes, zinc en el suelo, casas sin techo, verjas dobladas y gasolineras bien deterioradas.

El...

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