Reiteran su derecho a vivir en armonía

En al menos tres ocasiones, Ángel Suárez ha solicitado empleo y cuando los potenciales patronos se han enterado de que él vive en un complejo de vivienda pública, han naufragado los intentos por ganarse la vida de manera independiente."Si digo que vivo donde vivo, no me dan el trabajo. Siempre pasa lo mismo y eso es discrimen", dijo el joven del residencial Manuel A. Pérez mientras escuchaba a oficiales del gobierno y líderes comunitarios repetir desde una tarima que en los caseríos "vive gente buena" y que "los malos" eran apenas unos cuantos.Poco antes, miles de personas provenientes de los 330 residenciales públicos de la isla marcharon desde el parque Luis Muñoz Rivera en Puerta de Tierra hasta las escalinatas en el área norte del Capitolio. Los marchantes llevaban camisas y letreros reclamando "paz". Esta es la decimoquinta vez que recorren las calles con el mismo reclamo por una mejor convivencia.Era la forma en que la Coalición de Residentes de Vivienda Pública pedía que se detenga la violencia en Puerto Rico y resaltaba que la convivencia en los caseríos no está atada a la delincuencia que se desprende de los incidentes criminales perpetrados por pandillas u organizaciones de narcomenudeo y que reporta la Policía."La criminalidad es lo que nos quita la paz", reclamó Lucía Ramos, del residencial Jardines de Sellés, mientras cargaba uno de los carteles.En la tarima estaba el coordinador del evento, Orlando Rosario, junto a la...

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