El renacer de Puerto Rico

NICHOLAS PROUTY

EJECUTIVO DE INVERSIONES

Recientemente, cientos de jóvenes puertorriqueños de la "generación del milenio" o "millennials", como se les conoce, se reunieron en San Juan, desde sus nuevos hogares en Nueva York, Boston y Washington, para pensar cómo pueden ayudar, muchos buscando un motivo para regresar a casa.

Nada de esto hubiera sido posible sin una población dispuesta a apretarse el cinturón y hacer sacrificios. El gobernador merece mucho más crédito de lo que ha recibido por sus acciones, en la reducción del déficit, el aumento en la recaudación de impuestos y en alcanzar una reforma significativa en las pensiones de los maestros sin tener que despedir a nadie.

Como prueba de la creciente confianza en la economía de Puerto Rico, grandes e importantes empresas, incluida la mía, hemos hecho múltiples inversiones de nueve cifras en Puerto Rico en los últimos 18 meses, como lo ha hecho Paulson y Co. Cuando te subes a un avión en clase ejecutiva, te vas a encontrar a representantes de casi todas las empresas principales de Nueva York.

En este momento, Puerto Rico está haciendo todo lo posible para que el inversionista extranjero se sienta bienvenido. El equipo de desarrollo económico del gobernador le da su número de celular a cualquiera de estos inversionistas, y está disponible las 24 horas, 7 días a la semana, para agilizar los trámites burocráticos y los negocios. Ellos están en el negocio de hacer negocios, y quieren que las empresas tengan éxito.

Nunca ha habido un mejor momento para adquirir activos irreemplazables a estos precios.

Mis compañeros inversionistas comparten la fuerte convicción de que una propiedad frente al mar -ubicada en un país con una bandera americana en la sala de los tribunales y un Walgreens en la esquina-, es una apuesta al éxito. Cuando le añades a esto un gobierno que está haciendo lo imposible para atraer empresas extranjeras, mientras implanta reformas generacionales, tienes la receta para un renacimiento en Puerto Rico.

Nueva York tuvo sus retos económicos en la década de los 70, pero, ¿cuántos no haríamos cualquier cosa por retroceder en el tiempo y comprar algunos de esos...

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