Sin rencor

POR CARLOS ROSA ROSA

Enviado Especial

Un grupo de amigos le esperarán en un restaurante de la ciudad para compartir con él antes de decirle adiós a un año especial para todos ellos. El mayagüezano luce entusiasmado con el reencuentro. Y no es para menos.

Por espacio de cinco años, ellos cuatro fueron parte de su segunda familia y aportaron valiosamente a su desarrollo como baloncelista de la NBA, cuando los expertos no apostaban a su talento.

Ellos sí creyeron en él -pese a su estatura de 5'10"- y lo impulsaron a alcanzar un sitial relevante en el mejor baloncesto del mundo. A tal punto que el mayagüezano viene de obtener el contrato más lucrativo de su carrera al firmar por cuatro años y $ 19 millones con los Timberwolves, tras conquistar el campeonato con los Mavericks.

Y Barea aprecia la amistad de sus excompañeros en Dallas, Dirk Nowitzki, Jason Terry, Jason Kidd y Brian Cardinal, quienes arribarán hoy a Minnesota con miras al partido de mañana, en el Día de Año Nuevo, ante el boricua y los locales Timberwolves a partir de las 8:00 p.m. (hora de Puerto Rico).

"Siempre tengo comunicación con ellos. Ya me han enviado mensajes de texto de que tenemos que comer el día antes (del juego). Así que tengo que encontrarme con ellos en el restaurante que vayan a comer y pasar un ratito. La amistad siempre está presente y sé que lo vamos a disfrutar", dijo ayer Barea a El Nuevo Día, luego de una sesión liviana de entrenamiento en la cancha de práctica del Target Center.

El reencuentro de hoy -fuera de la cancha- será menos nostálgico para Barea en comparación al de mañana dentro de las líneas de juego. Mañana le tocará el momento de verlos con el uniforme de los Mavericks y salir del lado contrario a tratarlos como rivales. No habrá nada de cariño en la duela.

Y el base puertorriqueño ya anticipa que será una experiencia extraña. "Va a ser raro e incómodo. Voy a defender a mis excompañeros. Ellos son mis amigos. Pasamos cinco años juntos e hicimos muchas cosas. Pero estas son cosas que pasan en la NBA. Muchos jugadores han tenido que enfrentar a sus exequipos. Pero a la vez pienso que va a ser nítido", comentó.

El libreto no podía ser mejor para Barea: el primer día del 2012 enfrentar a la organización que le abrió las puertas a la NBA en el 2006. Y por nada del mundo, él quiere perderse ese encuentro. Por tal razón, optó por descansar ayer ante el Heat de Miami en momentos que se recupera de una dolencia en el hamstring izquierdo. Barea se lastimó...

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