A repensar beneficios de los exgobernadores

La reciente petición de fondos que la exgobernadora Sila María Calderón hizo para la compra de un vehículo revivió el debate sobre los beneficios que los exmandatarios reciben de forma vitalicia y si es necesario continuar con su otorgación, en momentos de crisis fiscal en el gobierno."Todo esto de las escoltas y de otros beneficios a los exgobernadores no tiene ningún sentido y, si hubo algún sentido en alguna ocasión, fue cuando se originó y hablábamos, quizás, de exgobernadores que, de verdad, le dedicaron su vida al servicio público y que, por ello, no se hicieron gente de dinero… pero de eso a lo que llegó a ser todo, es una falta de respeto", subrayó ayer Mario Negrón Portillo, profesor jubilado de Administración Pública.La mayoría de los privilegios de los que gozan los exprimeros ejecutivos tienen como génesis la "Ley para Conceder una Anualidad Vitalicia y Otras Facilidades a Exgobernadores" (Ley 2 de 1965), promulgada tras el retiro de Luis Muñoz Marín luego de dirigir el país por 16 años (1949-1965).La ley de 2 de 1965 concede a cada exgobernador presupuesto para una oficina en el sitio de su predilección, personal técnico y la compra de un automóvil para su uso personal.El exgobernador, establece la ley, determina el número, las categorías y los sueldos de los empleados para el funcionamiento de su oficina. La remuneración de dichos empleados, sin embargo, no debe ser mayor a la compensación máxima que se da a otros empleados que ocupan plazas equivalentes en el gobierno.Originalmente, el estatuto también disponía una pensión vitalicia de $25,000 al año, la cual se eliminó en 1993. No obstante, los exgobernadores que gozaban de este privilegio, al momento de la aprobación de la ley, lo retuvieron."Esto llora antes de los ojos de Dios y nada de esto hace sentido en el Puerto Rico de hoy. Sería un buen momento para enviar un mensaje. A lo mejor (el ahorro) son centaverías, pero es cuestión de establecer unas prioridades", opinó Negrón Portillo.En su artículo 5, la ley dispone una anualidad vitalicia de $10,000, pagadera en plazos mensuales, a la viuda de todo exgobernador, esto mientras mantenga dicho estado.Para la doctora Palmira Ríos, también profesora retirada de Administración Pública e investigadora, es momento de analizar la posibilidad de enmendar la citada ley en vías a, por ejemplo, establecer un mínimo de tiempo en el cargo para recibir alguna de las bonificaciones."¿Cómo se justifica todo ese dinero para una persona que solo estuvo en...

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