Restaurantes se preparan para su posible reapertura

Luego de seis semanas de cuarentena, la industria de restaurantes se propone reducir la cantidad de mesas y sillas en sus comedores, aumentar la frecuencia de las tareas de limpieza y optar por materiales desechables para ganar el aval del gobierno y reabrir al público durante la pandemia de coronavirus.A pesar de que el sector ha continuado el despacho de comida a través de recogido y entregas a domicilio, la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE) estima que el volumen de ventas ha caído casi un 75% y eso solo aplica a los restaurantes abiertos, ya que cerca del 47% de los locales han cerrado hasta nuevo aviso debido a las profundas pérdidas que experimentarían sin comensales en sus comedores.Tal es el caso del restaurante Don Maceta en Añasco, que normalmente recibía a unos 5,000 clientes semanalmente hasta el día que inició la cuarentena, cuando su propietario decidió cerrar y comenzar su transición a la realidad pospandémica."Ya le monté un acrílico a la caja registradora y a la anfitriona. Al área donde preparamos las bebidas, también le hicimos una barrera de acrílico e, incluso, a Don Frappé le agrandamos la que ya tenía para que no entre (ni salga) nada", dijo Edwin Tirado, propietario del centro entretenimiento familiar en la marginal de la PR-2.Asimismo, ha reducido su capacidad de 600 a cerca de 300 comensales, al eliminar filas completas de mesas dentro y fuera de su edificio para mantener 6 pies de distancia entre mesas."Antes, yo tenía el tope de losa y al tener lechada, ahí se podía quedar el sucio y las bacterias. Cambié el tope de la barra por uno de granito. Ahora es más fácil limpiarlo y desinfectarlo", explicó Tirado, quien desembolsó unos $6,000 para esta modificación y otros $10,000 para cambiar a resina epoxídica el piso de su cocina.Durante la cuarentena, su equipo se ha dedicado a tiempo completo a estas mejoras, así como a obtener equipo protector para sus empleados, a quienes espera proveerle dos sets diarios de mascarillas y guantes que deberán usar en todo momento dentro del restaurante."Antes del cierre, ya yo había comprado una paleta de guantes, dos paletas de cubiertos plásticos y otras dos de vasos plásticos. También quiero que mis meseros usen las carretas de acrílico, igual que los cajeros y los anfitriones", añadió el empresario, quien ya procuró los escudos faciales de un compañero ingeniero experto en la impresión tridimensional.A esa lista añadió que contrataría a un segundo empleado de...

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