Se retira con la cabeza en alto

Por Joanisabel González

joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

Padilla Cintrón termina sus deberes al frente de la OCIF señalando que no le pesa ni una sola de las decisiones que tomó mientras se desempeñó como regulador del sistema bancario y de valores de Puerto Rico.

Padilla Cintrón repasó con El Nuevo Día nueve años de gestión y reconoce que apareció en la prensa más veces de las que quiso. Criticó y aceptó culpas por la debacle bancaria y fue parte del equipo económico de tres gobernadores distintos.

Confiesa ahora que pulseó con sus homólogos federales cuando fue necesario y en el 2010 cerró tres bancos cuando el "milagrito", o sea una compra de activos en el mercado abierto, nunca llegó.

¿Qué se necesita para permanecer en un puesto de confianza en tres administraciones distintas?

"Lo fundamental es estar centrado en la responsabilidad del puesto que se ocupa y no dejarse matizar por lo político que tanto incide en toda la sociedad", indica el aiboniteño. Recuerda que al entrevistarle para el cargo, la exgobernadora Sila M. Calderón le indicó que no le importaba su pensamiento político sino que hiciera un buen trabajo.

Agrega que en puestos como el que ocupa hasta hoy se viene a trabajar "con el maletín liviano".

Por eso, cuando Aníbal Acevedo Vilá ganó la gobernación en el 2004, colgó su foto en la galería de comisionados, recogió su oficina y presentó su renuncia.

Hizo exactamente lo mismo cuando Luis Fortuño ganó la gobernación en el 2008. Pero en esa ocasión, cuando Fortuño le pidió permanecer en el cargo, Padilla Cintrón indica que comprendió lo que su esposa, Laura, le dijo seis años antes, cuando se le propuso la dirección de la OCIF. "Si la historia te está colocando ahí (en la OCIF) en este momento, acepta el puesto", relata.

Para diciembre del 2008, Padilla no tenía dudas de que la historia de los bancos en Puerto Rico cambiaría para siempre.

¿Cuál fue la primera señal de que la situación del sector bancario era irreversible?

"Cuando en el 2005 uno comienza a ver esas auditorías forenses, era claro que la gobernanza corporativa no estaba ahí y que los modelos de riesgo eran muy laxos", reconoció el funcionario. "Doral se salvó de milagro. Si no llega a ser por la transacción que lograron hubiesen caído en la crisis".

"Ese proceso de recómputo de resultados fue una gran frustración. Esos procesos se tornaron lentos y costosos para los bancos", continúa el regulador.

Tal proceso, que llevaron a cabo seis de los ocho bancos que...

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