Retorno

Karisa Cruz Rosado

Como pasa cuando uno quiero mucho algo, el viaje se me hizo largo. Larguísimo. Finalmente, cuando el avión tocó tierra, hubo aplausos. Yo también aplaudí. Sonreí.

El recogido de maletas se tardó. Ya comenzaba el calor a pararme el pelo. No hay plancha que controle la humedad del trópico, ya hace tiempo aprendí esa lección.

Como dije antes, llegué con las maletas llenas. Sin embargo, ahora, luego de varias semanas acá, siento que están ya menos llenas de esas ganas, se siente. El ambiente es hostil. Triste.

Las conversaciones con familia y amigos se tornan en cinismos o, en la mayoría de los casos, en malos augurios y pesimismo. Los ánimos bajan.

Escucho cosas así: "Este país es un asco. Mira, nena, mira lo que están haciendo con el derecho a fianza. Sabes, somos de los pocos países que en vez de luchar por derechos, dejamos que nos los quiten. Pero no te apures, si eres un ricachón y te toca ir preso, porque mataste a tu pareja, no pasa nada, que no vas pa' ningún la'o. Te quedas comiendo chillo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR