Reunión ESPIRITUAL

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Entre una treintena de admiradores de nuestra música típica, hijos y nietos del folklorista puertorriqueño Rafael Cepeda Atiles se reunieron ayer para dedicarle un belén en el marco del decimosexto aniversario de su fallecimiento.

Justo frente al lugar en donde yacen los restos del "Patriarca de la Bomba", la familia bailaba y vocalizaba frases alusivas a nuestras raíces africanas.

"Es una fiesta que ha dejado recuerdos... Es una excusa para unirse y dialogar el próximo baile de bomba. Cuando fallece un bailador o bombero (intérprete de bomba), se le canta repasando sus antepasados", señaló su hijo Jesús Cepeda, presidente de la Fundación Rafael Cepeda.

Pero el encuentro pareció trascender las limitaciones de un junte casual de familia. Lo que allí sucedía, según los presentes, iba más allá.

"A veces, el encuentro se transforma espiritual. Uno siente la presencia de ellos (sus antepasados) y te transforma. Con papi tratamos de conectar todos los años para su fecha de muerte, porque intentamos en su nacimiento, pero la gente como que no conecta igual", sostuvo.

La tradición se la pasó precisamente el llamado "Roble Mayor", el cantante, compositor, percusionista y bailarín consagrado como figura cimera de la exposición de la bomba.

Con el liderato de Petra Cepeda, todos cerraban poco a poco los ojos como en un mantra mientras algunos contorsionaban el cuerpo con entrega total. No cabía duda... La pasión...

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