Revelador informe al Congreso

Un documento sometido al Congreso por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares revela que el estado de la infraestructura básica de la isla después del huracán María es, por mucho, peor que lo que ha comunicado su administración.

Construir y reparar unas 472,000 unidades de vivienda; habilitar tres cuartas partes de todas las subestaciones eléctricas y reconstruir al menos seis generatrices de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) son parte de la lista de proyectos que esta administración entiende son indispensables para que el país pueda levantarse del peor huracán en casi un siglo.

También, es parte de esa lista reparar y remodelar unos 175 hospitales y clínicas de salud y hasta reemplazar toda la red de telecomunicaciones.

Se trata de un plan de reconstrucción que no tendría comparable en Puerto Rico y que, de llevarse a cabo, pondría al país en la ruta de recuperación que, por décadas, han reclamado líderes del sector privado, economistas, la clase política e incluso, los bonistas que reclaman en corte el pago de sus obligaciones a través de los casos del Título III de la ley Promesa.

La semana pasada, el gobernador Rosselló Nevares llegó al comité de Recursos Naturales del Congreso con el plan “Build Back Puerto Rico”, con la expectativa de que el Congreso estadounidense otorgue a Puerto Rico una subvención monetaria casi igual al tamaño de la economía, medida por el producto bruto interno de la isla.

Rosselló Nevares solicitó al Congreso un paquete de ayuda por $94,400 millones para, según dijo, ayudar a superar la crisis humanitaria que experimentan 3.4 millones de puertorriqueños y fortalecer la infraestructura y la prestación de servicios básicos de forma tal que Puerto Rico no quede en ruinas cuando le golpee un nuevo desastre natural.

De acuerdo con el informe del gobernador, varias de las medidas y proyectos que tendrán que ponerse en vigor serán tan drásticas como iniciar un programa de compra de residencias para relocalizar a familias o comunidades enteras a lugares más seguros; rehabilitar las represas para que cumplan con los códigos vigentes y hasta reubicar plantas de tratamiento de aguas usadas que ahora están en zonas inundables.

Asimismo, habrá que iniciar un proceso de reforestación, completar el cierre de los vertederos que, por años, no han cumplido con estándares ambientales vigentes y procurar que aquellos que están funcionando puedan procesar los volúmenes “masivos” de escombros y material vegetativo que dejó el...

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