De reyes e ideologías

WILDA RODRÍGUEZ

PERIODISTA

No hay nada profundo en la expresión de Alejandro García Padilla al proclamar que su ideología es la gente. Eso es un embuste. Un embeleco político más de asesores y creativos para que los políticos lo suelten y los ignorantes lo aplaudan. Como si eso fuera poco, tratan de hacerlo pasar como una genialidad. Esa pretensión añade insulto a la injuria. Es un cinismo con el que se pretende impugnar la historiografía y la ciencia política. Es una manipulación grosera de la realidad para desviarnos de ella la atención.

La ideología se trata de ideas. No de la falta de ellas. Mucho menos de eludir o aniquilar las de los demás. Hay ideologías en cuatro categorías: reaccionarias, conservadoras, revolucionarias y reformistas. Eso lo añado como coletilla para que se entienda que el concepto es uno ilustrado y cultivado que se conoce o no se conoce, pero no se improvisa ni se ignora. Requiere pensamiento y profundidad.

La pretensión de que aceptemos como sublime una estupidez me molesta tanto como la pretensión de que aceptemos el libro de Daniel del Viejo Testamento como regla de oro: "Es Dios quien pone y quita reyes". Ahí tenemos al otro patricio electoral reclamando para sí la divinidad. Desde un púlpito pentecostal, Luis Fortuño nos machaca que él está bien claro en eso: Dios lo puso a reinar sobre Puerto Rico y Dios es el único que le quita la corona.

El texto bíblico completo de esa otra perversión política es del libro de Daniel (2:21). Es el texto más manipulado para pedir la obediencia y la conformidad de los pueblos judíos y cristianos. En todos los púlpitos fundamentalistas del mundo entero el...

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