Le reza a Dios y luego sale a repartir leña

Por Gustavo Borges

Agencia Efe

"Es que soy de la religión cristiana", dijo el púgil de 19 años.

Verdejo pega fuerte con las dos manos, es rápido y se desenvuelve bien en la media y larga distancia, en las que aprovecha su buena estatura para marcar diferencias a su favor.

Por eso causó sorpresa cuando le reveló a los medios que un rato antes había pedido por la salud de su rival panameño Juan Huertas y por la suya propia. "Siempre lo hago, rezo y le pido a Dios que ninguno de los dos salga lastimado".

Ganarse la vida como boxeador debe ser un oficio duro para un chico que sigue al pie de la letra los preceptos de la Biblia y tiene como máxima amar a su prójimo como a sí mismo. Pero Verdejo parece hacer una excepción nueve minutos al día cuando está en los torneos, aunque no habla mucho del tema.

"Yo quería ser pelotero, jugaba siore (campo corto) y cuando lanzaba me decían Duque Hernández porque tenía buen brazo. Pero me rompí un tobillo y luego me daba...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR