Lo RiCo Y lO aPrEtAdItO

por El Infiltrado

Soy una chica, picando los treinta y pensé que toda mi vida las carnes estarían en su sitio, que El General siempre me cantaría a mi eso de que soy su 'mamita rica y apretadita'. Al parecer, nunca entendí a qué se refería con eso hasta ahora.

Primero tuve que pensarlo y mucho. Entrar en esa zona del área de ropa interior es admitir que algo anda mal. Más aún, luego de escuchar a un amigo decirme, sin más, que una faja era el preludio de una decepción. Fue terrible.

Lo consulté discretamente con una amiga, solo para enterarme de que ella había comprado una hace tiempo. "Mi abuela siempre me dijo que había que usarlas para moldear la figura", me contó.

Eso de las abuelas y las cinturas es algo para tomarse en serio.

El punto es que me decidí. Llegué a la sección de ropa interior de una tienda por departamentos y, valientemente, pregunté: ¿Dónde están las fajas?

De inmediato, y muy discretamente, la dependiente me llevó al lugar. Entonces sucedió lo inesperado. Descubrí que el tema de las fajas tiene potencial enciclopédico, que hay unas que enflaquecen desde los muslos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR