Rico sabor navideño

Por Nanny Torres

Pero también me apasionan otras ricuras que no son de estos lares. Más que las luces de navidad en las tiendas, son los panettones, turrones, mazapanes, nueces y avellanas los que me anuncian que la navidad está a la vuelta de la esquina. Deliciosos todos, no pueden faltar en la mesa puertorriqueña.

Uno de mis antojitos favoritos en la navidad es el panettone. Además de que me encanta su forma y su peculiar empaque, me deleito saboreando esta ricura de la cocina italiana, ya sea con una copita de Amaretto o con un gelato de vainilla.

De su origen se dice que fueron los antiguos romanos los primeros en comerlo, ya que se les atribuye a ellos la técnica culinaria de endulzar un pan con levadura y miel. La historia testimonia su presencia en una pintura del siglo XVI de Brueghel el Viejo y en un libro de recetas de Bartolomeo Scappi, cocinero personal de Carlos V. Pero, es el cuento del joven Antonio la que más me gusta. Según la leyenda, el panettone nació en la corte de Ludovico 'El Moro', señor de Milán desde 1494 a 1500, en la Nochebuena. Se cuenta que el Duque celebró la Navidad con una gran cena. El postre sería la conclusión de tan lujoso banquete, sin embargo, al momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta de que se había quemado. ¡Horror!, gritó el cocinero.

Su cabeza la salvó el joven lavaplatos Antonio, quien había guardado las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa. Ipso facto, Antonio propuso al cocinero servir su pan como postre. Era un pan dulce, lleno de fruta confitada y mantequilla que fue llevado inmediatamente al Duque. El inusual postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó quién lo había preparado y cuál era su nombre. El cocinero le llevó al joven Antonio, quien confesó que el postre no tenía nombre. Entonces, Ludovico lo bautizó "Pan de toni", y con el tiempo se convertiría en panettone.

El origen del turrón, delicia de la gastronomía española, elaborada a base de almendras y azúcares, se remonta a siglos pasados. Se presume que en la época griega se preparaba una pasta compuesta por frutos secos (almendra principalmente) y mieles, que se servía a los deportistas griegos como producto energético para participar en las Olimpiadas. A España los llevaron los árabes -así lo reconoce el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas del...

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