Entre la risa y el drama

Por Juanma Fernandez-París

Especial El Nuevo Día

Aunque esto resulta extremadamente irritante, el filme no puede ser declarado un desastre. Además de tener buena facilidad para la comedia, Eugenio Derbez, quien está a cargo de la dirección, el guión y de interpretar el rol protagónico, hace buen uso de la cinematografía de Martin Boege y, sobre todo, la interpretación de Loreto Peralta como la niña que ha sido sobre protegida por las fantasías de un padre primerizo. Pero todo lo que es bueno de este filme es completamente desperdiciado en una conclusión que queda aplastada por su mensaje espiritual positivo y por un viraje trágico totalmente innecesario.

La trama del filme gira alrededor de Valentín Bravo (Derbez), un hombre que obvió las lecciones que trató de darle su padre de enfrentar la vida sin miedo y que se ha enfocado la mayor parte de su existencia en tener la mayor cantidad de conquistas. Todo esto cambia cuando uno de sus romances pasajeros se aparece con una bebé de diez meses, le informa que es su hija y luego se esfuma. Convencido de que no quiere criar a una niña, el protagonista cruza la frontera para California en busca de la madre. Para poder sobrevivir, Valentín acepta un trabajo como "stuntman" en una película de acción independiente. Seis años más tarde, el protagonista se ha acostumbrado muy bien a su rol paternal. Su única debilidad es tratar de compensar por la ausencia de la madre de Maggie con un apartamento lleno de...

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