LA RISA ES PODEROSA

Por Camile Roldán Soto

croldan@elnuevodia.com

No se trata de tomar la vida a chiste, porque no siempre es posible. Pero, definitivamente, las personas que pueden sacarle chispa a los inconvenientes del diario vivir, aquellos que se procuran el tiempo para reir junto a otros o de sí mismos tienen una ventaja sobre el resto.

La razón es simple. Una buena carcajada tiene tantos y tan profundos efectos positivos en el cuerpo y la mente que popularmente le atribuimos el ser la mejor de las medicinas. Sus bondades han sido reconocidas a lo largo de la historia en textos bíblicos, literarios y en anécdotas. Y qué mejor evidencia del bienestar que nos provoca que recordar cómo se sintió ese último ataque de risa. Seguramente, reír te hizo sentir más liviano.

La explicación de ese efecto sedante y liberador está en los cambios que desata esta acción. A corto plazo, inhalas más cantidad de aire y eso estimula a los pulmones y el corazón. Además, promueve la liberación de endorfinas, esas hormonas responsables de la sensación de placer. Contribuye, además, a la relajación de los músculos en todo el cuerpo.

A largo plazo, según detalla la Clínica Mayo sobre el tema, reír puede incluso ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. ¿Cómo es posible? Se entiende que los pensamientos negativos se manifiestan en reacciones químicas que te provocan más estrés y, en consecuencia, debilitan tu sistema de defensa a las enfermedades.

Por el contrario, un estado optimista, como el que se logra al estar de buen humor, ayuda al cuerpo a combatir los efectos nocivos de las tensiones que a largo plazo pueden ser un factor en el desarrollo de distintas enfermedades. Pero esto no es todo. Quienes están enfermos encuentran en la risa un aliado para ayudar al cuerpo a producir hormonas que funcionan como pastillas naturales para el dolor.

Incluso, los médicos griegos recetaban a sus pacientes asistir a espectáculos de comedia como parte de su tratamiento, pues entendían que disfrutar de algunos chistes les haría sentir mejor. Así por el estilo, otras civilizaciones también reconocían la aportación valiosa de un rato entre risas.

A mediados de la década del 60 el doctor Norman Cousins despertó gran interés por el binomio risa y salud al documentar su propia experiencia en el libro 'Anatomía de una enfermedad'. En él, narra cómo venció una condición llamada 'Anklyosing Spondilitis' consumiendo altas dosis de vitamina C y dedicando un rato al día a ver programas de televisión y películas cómicas.

Cousins aseguró que 10 minutos de risa genuina le proporcionaban al menos dos horas de sueño libre de dolor. El médico atribuye a esa práctica el haberse recuperado de su condición y pasó sus últimos 20 años de vida promoviendo el humor como herramienta de sanación.

A partir de un artículo publicado en el 1976 por el doctor Cousins en el New England Journal of Medicine la investigación formal en cuanto a la pertinencia de la risa en la medicina se disparó.

Pero ¿qué hay de los efectos de la risa fuera del cuerpo? Es decir, en situaciones sociales donde su presencia hace la gran diferencia.

"Usar el sentido del humor tiene muchas ventajas en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR