El ritmo que mueve al mundo

Por Damaris Hernández Mercado

dhernandez1@elnuevodia.com

No importa si se domina el baile de competencia o el callejero, la sabrosura de esa cadencia rítmica salsera se baila en cualquier esquina del planeta.

Prueba de ello son las cientos de congresos y festivales de salsa que se celebran en el mundo. Hong Kong, Turquía, Marruecos, Medellín, Roma, Australia y Suiza son solo algunos de los lugares que gozan de estos simposios salseros que nacieron en Puerto Rico. El primero se celebró en agosto de 1997 bajo la gestoría de Elí Irizarry, quien continúa al frente de su proyecto El Congreso Mundial de la Salsa, el primero y el de mayor prestigio internacional.

Según Irizarry, su objetivo principal fue dar a conocer que la exclusividad del baile de salsa no era de Puerto Rico o el Caribe, sino del mundo.

Prioridad que no solo ejecutó, sino que hoy afirma al ver cómo más de 500 bailarines profesionales visitan la Isla para competir en el congreso, que este año se realizará del 21 al 28 de julio en el Hotel Ritz Carlton, en Isla Verde. Precisó que existen más de 350 congresos salseros en el mundo.

Pero, ¿cómo el género que se atribuye nació gracias a la unión de músicos latinomericanos en Nueva York ha podido sobrepasar fronteras lingüísticas, políticas y sociales para llegar a los lugares recónditos del mundo?

Las repuestas son múltiples. La primera es la consolidación de la salsa a nivel mundial, impulsada con la comercialización del género en 1964 con el sello discográfico Fania.

La internacionalización de íconos salseros como El Gran Combo de Puerto Rico, Willie Rosario, Bobby Valentín, la Sonora Ponceña y los fallecidos Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Tito Puente y Celia Cruz, en conjunto con toda esa ola de soneros fue otro eje clave de difusión. Estos exponentes hoy subsisten pese a la crisis de la industria del disco provocada por la baja en ventas, la piratería y el apogeo de la web.

Prueba de esa vigencia es la gira mundial que iniciarán los "Mulatos del Sabor", que los llevará durante siete meses de gira mundial por España, Asia y Australia.

Pero cónsono o no con lo que fue la comercialización del género a nivel mundial, inició un movimiento por la afición a bailar salsa que no está atado a la difusión radial, ni a la industrial del disco.

Tanto así, que en la Isla, hay más personas bailando salsa que escuchándola a través de la radio, donde solo existen dos...

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