De romance por tierras lejanas
Sureste Asiático - Suráfrica
Por Blandine de Lataillade
Para una luna de miel memorable nada como el Sureste de Asia y Suráfrica. Del primero recomiendo combinar a Tailandia con la isla de Bali, en Indonesia. Tailandia es el país de la paz, del budismo, de la tolerancia, de los elefantes, de las orquídeas, de los masajes, del bienestar y del puro exotismo. Los templos son un regalo a la vista, todos distintos, y dibujan el horizonte con su elegancia. Más al norte están las plantaciones de arroz, sus colinas en la bruma, los tribus tan fotogénicas. Luego en el sur playas espectaculares que conforman paisajes de ensueño.
La cultura tailandesa definitivamente enamora. Un recorrido bello a un ritmo placentero tendría que incluir Bangkok, Chiang Mai y Mae Hong Son.
. La capital, Bangkok, es un mundo ecléctico, carismático en el que la sonrisa sirve de pasaporte. Es una ciudad en la que se mezclan los templos más finos de Tailandia con extensos centro de compras, tiendas de perfumes sensuales, mercados flotantes en los canales del río Chao Praya, y románticos restaurantes de estupenda comida.
. Chiang Mai está a una hora de avión de Bangkok, en el Norte. La llaman la Rosa del Norte por su belleza y ubicación. Es una encantadora ciudad ubicada en las colinas, poblada de diferentes tribus originarias de Tibet, Laos, Camboya, Vietnam o de Tailandia. Cada una de las etnias vive a su propio ritmo y época, alguna en el siglo 10 y otra en el siglo 21. Un viaje a estos lugares resulta en una experiencia mágica para compartir. Tiene el mejor mercado de artesanías de toda Tailandia, y su cocina es deliciosa.
. Luego, a 30 minutos por avión se llega a Mae Hong Son, cerca de la frontera de Myanmar (Ex Birmania). Es una ciudad tranquila, a la orilla del río, con mercados muy tradicionales. Montando elefante se visita la tribu de las mujeres jirafas, originarias de Myanmar, de la etnia Kayan. Las mujeres de la tribu siguen una antigua tradición: mantener su cuello lo más alargado. Se instalan anillos dorados que van deformándolas al punto de que alcanzan longitudes increíbles. Se los instalan además en los brazos y los tobillos... ¡Una excentricidad!
. Regresando a Bangkok se vuela a Bali, pequeñita isla del archipiélago más grande del mundo, de cultura hinduista. Bali suena a paraíso y tiene todo: volcanes, lagos, plantaciones de arroz, playas de arena blanca y negra, y una vegetación exuberante. Cada pueblo tiene sus templos color de rosa. La población está...
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