Rompe con el mito del poder masculino

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

Afortunadamente, hoy sigue aumentando el número de mujeres que desafían el arduo "esfuerzo físico" de la dirección orquestal, algunas logrando llegar a la cima de la carrera, como es el caso de la norteamericana JoAnn Falletta, quien dirigió a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (OSPR) el pasado sábado en un concierto llevado a cabo en la Sala Sinfónica del Centro de Bellas Artes de Santurce.

La primera obra del programa, "Música para una escena de Shelley", Op. 7, de Samuel Barber, inspirada en el drama "Prometeo desencadenado" del gran poeta inglés, es una pieza de juventud, cuyo estilo oscila entre el post-romanticismo y el impresionismo. Falletta, con una técnica muy clara y precisa, llevó a la orquesta a una resonante culminación a partir de la introducción lenta de las cuerdas. El colorido y las suntuosas sonoridades en los vientos mostraron una orquesta que respondió muy bien a la visión de la directora.

El "Concierto de Aranjuez" para guitarra y orquesta, de Joaquín Rodrigo, es sin lugar a dudas el más popular del género desde su estreno en 1940. El repertorio de guitarra y orquesta, sin embargo, cuenta con un buen número de excelentes obras, razón por la cual bien se podría pensar, "¡Aranjuez de nuevo!". Bastaron los primeros acordes de la guitarra de Pablo Sáinz Villegas para quedar convencidos de que bien valía la pena escuchar la versión de este joven guitarrista español, cuyo robusto y amplio sonido prescindió de la amplificación que se acostumbra utilizar con este instrumento últimamente. No le hizo falta. La interpretación de Sáinz Villegas...

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