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Ronda preventiva acaba en escena de guerra

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Por Osman Pérez Méndez

operez@elnuevodia.com

Con esas palabras describió el agente Miguel Conde Vellón el difícil momento que vivió junto a otros tres agentes, dos tenientes y dos sargentos, que quedaron todos atrapados en un oscuro callejón sin salida de la barriada Rivera de Las Piedras, el martes en la noche.

La balacera se suscitó luego de que en medio de una ronda preventiva, Conde y su compañero de patrulla, Ángel Fontanez Rodríguez, detectaran, primero a tres sujetos a bordo de una guagua actuando de manera sospechosa, y luego a otro individuo vestido de color oscuro portando un rifle.

"Vemos la guagua azul (en la calle Ángel Berberena) y pasamos de largo y cuando vamos a virar al final, frente a una residencia abandonada, vemos un individuo con un arma larga. Al vernos, tiró el rifle al lado de un carro abandonado. Ahí, le indico que lo vamos a detener, pero evitó que lo agarráramos y se metió en el monte", narró Conde.

Para entonces, los sujetos que estaban en la guagua también habían huido. Tras verificar la tablilla por radio, les indicaron que el carro está reportado como hurtado en Ponce.

Conde y su colega pidieron refuerzos y avisaron a Servicios Técnicos para la ocupación de las armas.

"Cuando vamos a ocupar la evidencia en la guagua, empiezan a disparar", dijo Conde, añadiendo que tuvieron que buscar refugio detrás de las patrullas y en la casa abandonada, y que fue incluso necesario que apagaran las luces y los biombos de sus carros policiales para hacerles más difícil a sus atacantes que pudieran verlos.

El teniente Rodríguez, que para entonces estaba a cargo, pidió refuerzos y luego de cerca de hora y media, y la movilización de unos 35 efectivos, pudieron sacarlos ilesos. Al lugar, acudieron un helicóptero, oficiales de la región de Humacao, la unidad especializa SWAT y refuerzos de la región de Caguas que fueron especialmente elogiados.

"Fue difícil. Todo el tiempo nos protegíamos", dijo Conde, quien aseguró que le pasaron muchas cosas por la cabeza, pero que tanto sus compañeros como él pudieron mantener el control.

"Fueron segundos que parecían horas. Pero en situaciones así tenemos que cuidarnos y esperar instrucciones", añadió el agente, quien calculó que le hicieron "mucho más de 100 disparos" con armas de alto...

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