El rubio del básquet no olvida Puerto Rico

No era difícil identificar a Roberto Valderas en las canchas de baloncesto en Puerto Rico.

El excanastero de cabello rubio llegó a la isla desde Baltimore, Maryland, junto a su hermano Mark en 1974 con apenas 15 años para jugar en el Baloncesto Superior Nacional (BSN). Fue parte de la camada de jugadores de padres puertorriqueños que llegaron a la liga local para exponer su vistoso estilo de juego.

Después de debutar con los Capitanes de Arecibo, pasó a los Vaqueros de Bayamón en 1975, quinteto en el que ganó un campeonato en ese mismo año, el último de cinco en ristra que ganó la franquicia en esa década.

A pesar de no ser un anotador nato (9.6 puntos en 10 años), Valderas se destacó por ser un atleta espigado y fornido, ideal para trabajar en las tablas debajo del canasto. Dichos atributos lo llevaron a pertenecer a la Selección Nacional en 1979 para los Juegos Panamericanos en San Juan, momento que recientemente fue documentado por el filme Nuyorican Básquet.

Valderas se retiró en 1984, con solo 25 años, después de un desgarre en el ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Se regresó a Baltimore después de convertirse en hijo de las playas boricuas, pasión que por poco le cuesta el puesto en los Vaqueros al llegar lleno de arena a los partidos. Después de una carrera destacada como paramédico y bombero, Valderas, de 57 años, vive retirado en Maryland junto a su esposa Janetta y su perra Gracie Luquilla, rescatada en el municipio de Luquillo.

¿Qué hace Roberto Valderas ahora mismo?

—Estoy retirado ahora como bombero-paramédico. Me retiré hace dos años. Tengo un álbum de recortes con un artículo que me hizo El Nuevo Día con una foto frente a la ambulancia. Seguí por 30 años en este trabajo en uno de los condados del sur de Baltimore. Me retiré en buena situación. Ahora estoy trabajando solo a tiempo parcial. De trabajar en ‘public safety’ ahora estoy de inspector de seguridad para una compañía de construcción.

¿Cómo fue esa transición de jugador profesional a paramédico-bombero?

—Tengo un mejor amigo desde escuela superior. Él siempre hablaba de los bomberos. Me dijo, ‘Roberto, cuando dejes el baloncesto, vente a trabajar conmigo (de paramédico). Es buen trabajo. Los beneficios son buenos, pagan bastante bien. Es una carrera bien excitante, hay vacilón cuando las cosas están...

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