Ruido

Ileán Pérez Cruz

Dice al respecto el portavoz de la diócesis, Leonides Graulau que "deseamos hacer constar nuestra oposición al Proyecto 238 del Senado y 488 de la Cámara por entender que éstos atentan contra las libertades fundamentales de los ciudadanos con convicciones religiosas que no están de acuerdo con determinados estilos de vida y conductas".

A ello respondo: no alboroten sus panderetas fuera de sus cauces. Ejerzan el derecho común a manifestarse, pero no intenten abogar por una idea tergiversada acerca de la libertad, que no es otra cosa que la intolerancia, porque sus derechos terminan donde comienzan los de los demás. Y que para vivir de acuerdo al estilo de vida y conducta que manejan, tienen la iglesia y nadie se los prohíbe.

La libertad de culto que tanto sacan a pasear, está intacta. Ahora, que su vecino haga lo propio en nada la violenta. Si no están de acuerdo, regresen a sus feligreses. Si no les agrada la convivencia, los grupos LGTTB ni la gente diferente, les sugiero que en lugar de sembrar odio, amen a su prójimo como a sí mismos. Practiquen lo que predican.

Aunque hay muchos cansados del tirijala...

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