Rutas sanjuaninas

San Juan

Por otro lado, para zambullirse en la historia del vino, hay que conocer el impecable y didáctico Museo de la Bodega Santiago Graffigna, que surgió en 1870 y marcó el nacimiento de la industria vitivinícola sanjuanina. Y en las afueras se puede ir a la quebrada del río San Juan y al Dique Ullum, las dos razones por las cuales el desierto logra convertirse en vergel. Cerca de allí, en la Quebrada del Zonda, hay un sitio único en América: la Bodega Cavas de Zonda, una peculiar champañera situada en el corazón de la montaña, en un gran túnel excavado en 1932 por inmigrantes yugoslavos. La cava tiene una temperatura promedio de 16ºC y, por la ausencia de luz y de ruidos, es el ambiente ideal para estibar el champagne.

Una vuelta a la provincia (alquilando vehículo) puede hacerse en una semana como mínimo, y se puede empezar por Valle Fértil, al este de San Juan. Este departamento se diferencia mucho de los otros gracias a unos milímetros extra de lluvia que recibe al año. Además de ser más verde que el resto de la provincia, solo aquí prospera el quebracho colorado y abundan los cardones. Saliendo de la capital se toma la RN 141 y a 60 kilómetros se puede conocer el gigantesco Santuario de la Difunta Correa. Entre peregrinos que llegan de toda Argentina, llama la atención la infinidad de maquetas de viviendas que invaden el lugar: se debe a que la gente pide casa a la Difunta, y cuando el deseo se cumple vuelve con un modelo de su hogar en miniatura. La siguiente parada es Astica ("las flores", en lengua huarpe), uno de los tantos pequeños oasis serranos que abundan en Valle Fértil. Aquí, los huertos familiares producen muchos cítricos como limas, toronjas, naranjas, pomelos, mandarinas y cidras, que parecen limones gigantes y solo sirven para mermelada. Pero, también vienen bien las aromáticas, la tradicional alcayota y hasta conservas extravagantes, como aceitunas negras en almíbar.

El siguiente punto y destino final del día es San Agustín del Valle Fértil, villa con infraestructura turística por su cercanía con el famoso Parque Provincial Ischigualasto o Valle de la Luna. Esta reserva paleontológica, situada a 70 kilómetros y única en el mundo, es Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco desde el año 2000. Aquí se ve lo que ocurrió hace 230 millones de años, al final del período Triásico en la era Mesozoica, cuando los dinosaurios eran los dueños de la Tierra. Sus geoformas, producto de la erosión eólica, le valieron el apodo...

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