El país circular

ROBERTO ALEJANDRO

PROFESOR DE TEORÍA POLÍTICA DE LA UNIVERSIDAD DE MASSACHUSETTS

En año electoral, el partido de oposición y desmemoriado, hablara de administrar la colonia de manera "diferente." Y en menos de seis meses quienquiera triunfe demostrará su caducidad. De nuevo, es un circulo: éste último ha marcado el país en las pasadas cuatro elecciones.

Ese círculo manifestará su devenir atrincherado en el estatismo y el fatalismo. Me explico: la subjetividad puertorriqueña está definida por una mirada instintiva hacia el estado como fuente de soluciones. La muerte legisla. Una valla ausente cerca de un cuerpo de agua anuncia tragedias. Pero cuando las víctimas aparecen -siempre aparecen- es entonces, y no antes, cuando el estado las sigue. Es una secuencia morbosa. Ningún individuo ni grupo buscó recursos ni organizó acciones fuera del estado para proveer la valla.

Unos sufren y resisten y luchan. El activismo también puede ser circular. Otros sufrientes, la mayoría, miran al estado con mirada de insectos, y el estado, en manos de una red de intereses centenarios, mira a los bonistas y los fondos federales. La solución siempre queda fuera de los linderos isleños. Cuando alguien ve un titular anunciando que "llegan los chavos de Obama," es como si un instinto antiguo, depositado y anclado en la psiquis de la colonia, comunicara a través del tiempo aquella otra dependencia cuando llegaban otros chavos, los del situado peruano en tiempos de España.

El...

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