SÓLO ALGUNOS REGRESAN
Por Carmen Graciela Díaz.Especial El Nuevo Día
FOTOS RAMÓN "TONITO" ZAYAS
Esas idas y regresos no se alejan de los artistas cuando estos dejan el país para desarrollar su carrera, entre felicitaciones de unos y reproches de terceros.
No hay nada malo en partir, coinciden algunos. Tampoco es una traición a la patria cuando se pretende conocer el mundo o encontrar trabajo. De hecho, todos creen necesario ese viaje. Pero el regreso es lo incierto. Unos retornan luego de cosechar éxitos, mientras otros prefieren quedarse fuera por algún tiempo. Algunos no vuelven...
Es una migración en nombre de la cultura. Según el antropólogo Jorge Duany, este desplazamiento se ha acentuado en la Isla por la escasez de oportunidades educativas y profesionales que sostengan económicamente el oficio de artista, "salvo contadas excepciones".
Los motivos son plurales y piden contarse porque, vamos, cada puertorriqueño tiene un relato que respondió -o responderá- a una meta en otro lugar.
Basta con los testigos.
"Me fui el 21 de enero de 2005", evoca como si fuera ayer, el artista radicado hace dos años en Nueva York, Ángel Otero. Al inicio se fue por estudios y porque "necesitaba" irse dado que se le hacía difícil "prosperar".
"Quería llegar a un sitio donde no tuviese familia ni amigos para enfocarme en lo que quiero lograr. Por supuesto que tengo amistades y me encanta salir de vez en cuando, pero buscaba que nada me sacara de ruta", explica quien hizo su maestría en el School of the Art Institute de Chicago antes de sembrar raíces en la Gran Manzana.
El músico Miguel Zenón también partió del País, en el 1996, para emprender una carrera en el jazz. "En Puerto Rico, en ese entonces, no había una institución o programa que me diera esa educación. Ahora existe, pero en ese momento no tenía otra opción", detalla quien inició su educación en el Berklee School of Music en Boston.
Narra que su maestría en el Manhattan School of Music fue un punto conector en su carrera, permitiéndole entender que su lugar estaba fuera de la Isla.
Zenón y Otero coinciden en que, de haber continuado en Puerto Rico, sus vidas distarían de su realidad. "Posiblemente no hubiese podido desarrollarme en la música", reflexiona Zenón, quien precisa que en la Isla tal vez hubiese seguido su "camino alterno", la ingeniería.
Otero menciona, asimismo, que pese a cuanto ha alcanzado, piensa en la Isla. "La extraño. Soy un 'freak' del mar y en un futuro me gustaría verme en Puerto Rico".
La actriz...
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