El sabor de Sofía

Por Nanny Torres

La bella república de Bulgaria está situada en el sudeste de Europa, al noreste de la península Balcánica. Al norte limitada con Rumania, al sur por con Grecia y Turquía, al oeste con Serbia y Macedonia y al este con el Mar Negro. "Solía tomar mi desayuno sentado en el balcón de mi apartamento mirando el mar Negro, nada como eso", dice con un dejo de nostalgia Svet, como le conocen sus amigos. incluyéndome.

La gastronomía de su país la resume con la frase: "comer en Sofía es un placer de dioses". La cocina búlgara fusiona las influencias eslavas y mediterráneas. Su diversidad refleja la riqueza agrícola del país; muchas legumbres, sopas (el tarator) y, sobre todo, ensaladas (la chopska). Existen numerosos platos tradicionales a base de carne: kavarma, kebab de origen oriental, lechón, o cordero asado. Los pescados son principalmente de aguas dulces (truchas, carpas, luciopercas); los marinos sólo forman parte de la gastronomía de la costa del mar Negro. La charcutería consiste esencialmente en salchichones condimentados con hierbas. La repostería se centra básicamente en los hojaldres y los buñuelos. La leche, fresca o cuajada, se usa en la elaboración de numerosos platos, igual el célebre yogur búlgaro.

Para preservar el sabor, los alimentos se cocinan generalmente a fuego lento, casi todos con una considerable porción de especias y hierbas aromáticas como la menta y el eneldo. En cuanto a las bebidas, se consume una extensa variedad de aguardientes como aperitivo (la rakiya o la mastica). Además, Bulgaria ofrece una amplia gama de vinos blancos (Misket, Dimiat, Madara) y tintos (Merlot, Cabernet Sauvignon, Mavrud, Gamza).

¿Qué echas de menos?, le pregunté a...

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