Sacrificio

Miguel Rodríguez Casellas

Escucho que la patria es sacrificio. ¿A cambio de qué? Porque algo tiene que haber más allá de la lucha. Y si el que lucha rechazara el premio, otros lo redimirán en su nombre en la colecturía del universo, pues el placer ni se crea ni se destruye, sólo cambia de dueño.

Yo no quiero sacrificio, quiero goce, y sospecho que no estoy solo. Soy uno más que piensa en lo que le conviene a sí mismo y a su construcción del "todos" cuando acude a las urnas.

Y de cara a próximos eventos, miro al ELA de carne y hueso, que de ser la redención de nuestros males, el umbral del gozo, ahora es propuesta de sacrificio sin expectativas de "paridad". Las excepciones solicitadas por el Gobierno popular al Obamacare lo dejan claro: se acepta sin perfume ni retoque fotográfico que esto es lo mejor que se puede tener desde las barracas que nos construyó el amo. El interior de la hacienda sigue y seguirá vedado.

Gana entonces credibilidad la teoría independentista de que el ELA es una fábrica de anexionistas, pues no es posible sobreexponer la fortuna del otro pensando que el desafortunado sabrá resistirla, o que...

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