Hasta en el Sahara

JOS?CURET

ESCRITOR

Frente a la pantalla, aquellas monta? de nieve me disuad? siquiera mirar ah? En cambio, el calor del continente africano parec?seductor y estar suficientemente alejado de nuestro entorno como para aventurarme en safari imaginario por all? Luego de descartar al Congo, Costa de Marfil o T?- pues bastante tengo con el tema de la corrupci?aqu?omo para buscar m?all?decid?internarme en el Sahara Occidental.

El desierto del Sahara me llam? atenci?Tan s?lo conoc? de refil?por ese polvo que nos llega desde all?odos los veranos; adem?ten?un vago recuerdo de alguna pel?la y de una novela de Luis Leante, "Mira si yo te querr? le? hac?bastante tiempo.

Tan pronto comenc? adentrarme en aquella geograf? su historia y su gente, brotaron, como surgidos de un oasis, diferencias y similitudes con nuestra historia. A primera vista, las diferencias son muchas. No s?nos separan el oc?o y el desierto, sino tambi?al estar nosotros en un archipi?go, afortunadamente no tenemos pa?s fronterizos prestos a usurpar territorio.

Pero a semejanza de nosotros, all?l problema de la "nacionalidad" los ha marcado. Migraciones de bereberes musulmanes, y luego tribus hasan?, conformaron su poblaci?Su idioma hoy d?es un dialecto ?be, el hasan? Aunque sus habitantes poseen un sentido de nacionalidad, pa?s como Marruecos, al norte, Mauritania o Espa?quien mantuvo all?n f?eo r?men colonial hasta 1976, reh? considerar...

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