Sale el sol para Sánchez Vilella

Por Jorge L. Pérez

jperez@elnuevodia.com

Ese día, de hecho, fue la primera asamblea del Partido del Pueblo, y su líder máximo era entonces el gobernador de Puerto Rico, el ingeniero Roberto Sánchez Vilella.

Hasta hacía pocos días Sánchez Vilella había militado con el Partido Popular Democrático (PPD) y de seguro hubiese seguido toda su vida con ese partido, en el poder desde 1940, pero lo ocurrido en la asamblea general del PPD celebrada el 21 de julio en el estadio Hiram Bithorn le había impulsado a abandonar la colectividad.

Fue aquella la asamblea en la que el fundador del PPD, Luis Muñoz Marín, quien luego de gobernar el país durante 16 años le había pasado el batón a Sánchez Vilella en 1964, favoreció que el nuevo candidato a la gobernación fuese seleccionado entre el senador Luis Negrón López y el comisionado residente Santiago Polanco Abreu, negándosele incluso a Sánchez Vilella la oportunidad de disputar la candidatura en una primaria.

De ahí que Sánchez Vilella luego eligiera como lema del Partido del Pueblo: "Que el pueblo decida".

¿A qué se debió esta decisión de Muñoz, considerada entonces un clásico ejemplo de dedocracia, o el acto patriarcal de escoger un candidato señalándole con el dedo? Después de todo, Muñoz lo había seleccionado como su sucesor en 1964, a pesar de que muchos de sus allegados consideraban que Sánchez Vilella era demasiado 'seco' y serio como para tener atractivo político.

La presunta razón principal fue la controversia desatada por el cambio registrado en la vida personal de Sánchez Vilella en pleno cuatrienio: en 1967, se divorció de su esposa, Conchita Dapena, y se casó con una de sus asistentes, Jeanette Ramos, hija de expresidente de la Cámara, Ernesto Ramos Antonini.

El periodista e historiador de la política puertorriqueña, Antonio Quiñones Calderón, sin embargo, cree que esa fue más bien una excusa para que Muñoz le retirara el manto de su respaldo.

"El propio Sánchez Vilella me dijo una vez que él mismo le había informado a Muñoz que estaba pensando divorciarse y que era posible que después volviera a casarse", recordó recientemente, "y Muñoz no le dijo nada".

Sin embargo, para Quiñones Calderón, ya para entonces entre Muñoz y Sánchez Vilella, quien había sido antes su secretario de Estado y de Obras Públicas, se había abierto una brecha considerable: "Cuando Sánchez Vilella asumió el gobierno, él trajo consigo a mucha gente nueva", explicó Quiñones Calderón. Esa renovación, de acuerdo con el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR