Sangrando

Félix Jiménez

"Donar" no es provincia de Krispy Kreme. Donar sangre ha sido una franquicia, un "branding" monumental que la Cruz Roja -la American Red Cross que ahora se retira de las playas caribeñas en las que recogía más sangre que penas- logró a través de las televisoras y la prensa, programas de radio y maratones en varios lugares del país. Los números que año tras año sugerían que movilizar cámaras y anclas y artistas provocaba un delirio comparable a un concierto de un reguetonero. Así se publicitaba la "donación de vida" y se "ponía a Puerto Rico en el mapa de la sangre".

Que si las venas abiertas o cerradas, que si se van o ahora quien queda. Ahora que la Cruz Roja se va se entera la Isla que nunca fue tan necesitada de la cruz en materia de sangre, que hay ocho otros lugares que mantendrán la paz sangrienta en Puerto Rico, que la dependencia de la Cruz Roja era un mito más agrandado por los duendes de la publicidad y las hadas de la televisión.

De todas formas, podrá doler que no haya espectáculo que seduzca y...

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