Santo y bueno

Karisa Cruz Rosado

Tal vez, así, en sus fiestas, pedimos más, más y más Papa Jac. Más, más y más Wasikoki. Lo mismo con la cerveza y el pitorro que se lleva "guillao". Éstos son bálsamos que nos enajenan y nos sacan de nosotros mismos. ¡Qué bondadosos líquidos!

Voy subiendo, voy bajando. Vivimos como vivimos: orando, bebiendo, comprando y matando.

Ya "jendíos", ni nos importa que las fuerzas de seguridad nos metan mano, nos registren, nos graben. Sigue la fiesta. Pa'l carnaval de Oriente me voy. Así comenzamos, o continuamos, el año. Tal vez es mejor así. Entre tanta mala noticia es más dulce enajenarnos y pedir más, más y más. Quizá mañana ni es día. Por eso nos los bebemos todo hoy.

En la calle, siguen sonando los panderos y el cencerro de aquella parranda auspiciada por el banco. Detrás, entre el tumulto, en la alineación, sale la otra trulla encabezada por nenas lindas "apretaítas" que reparten chicles. En un rato vienen los pleneros pagados por la cerveza importada.

Las fiestas al Santo Sebastián, que tanto...

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