Santurce reclama arte
Por Carmen Graciela Díaz
Especial El Nuevo Día
Desde su nombre, el festival cultural Santurce es ley dejó claro que el barrio esta vez asumió la autoridad con los símbolos que artistas locales e internacionales plasmaron en paredes y edificios de las calles Cerra, Ernesto Cerra y Elisa Cerra. Y ayer, en el cierre del evento, las propias dinámicas del día parecían cumplir una de las metas más férreas de sus cuatro ediciones: que se rescate a Santurce por medio del arte.
"Mira, hay un artista pintando allá", le avisó un señor desde la acera a una señora que iba entusiasmada con su cámara. "Ahí, ahí, míralo ahí", le apuntó el hombre a la mujer que le hizo caso porque su propósito, como el de tantos en las calles era documentar el arte.
Unos llegaron en bicicleta, otros en sus carros que dejaron en el primer espacio que encontraron y la mayoría caminó la ciudad para observar, comentar y retratar cada una de las obras. "Lo que más me gusta es cómo ellos adaptan el dibujo al entorno", comentaba una muchacha a su amiga al contemplar el mural Subyugados del colectivo Basta.
Gabriel Nieto era uno de esos artistas que, delante del público andariego y los que desde sus carros detenían la marcha para disfrutar los trabajos, trabajaba su obra en la calle Cerra. Trepado en su escalera y con la pintura cerca, dijo disfrutar la tranquilidad de la tarde para trabajar su pieza acompañada del letrero juguetón "Besos a peso" que muchos no se resistían a comentar.
"Quería representar la belleza de la mujer, no solo la exterior, sino la interior; por eso pongo la flor en su cara", comentó Nieto mientras algunos se enredaban con algunos de sus lienzos que tenía cerca de su libreta.
Dinámicas de la calle, sin más.
A diferencia de la dinámica nocturna en la que primó una audiencia joven en una atmósfera de verbena con música y la gastronómica de la zona con su olor a bacalaíto, la tarde de ayer atrajo a un público heterogéneo en el que lo mismo había abuelos con nietos inquietos, padres con sus niños, aquellos que querían una foto de un mural con los efectos de la luz vespertina o artistas que se paseaban por allí con cara de orgullo como Patricia López, del colectivo Fibra.
Para ella, el evento no solo cumplió con hacer su parte en rescatar a Santurce, sino que puso a las calles lindas. Una muchacha decía eso mismo al cruzar con ritmo apresurado la avenida: "Ellos han logrado que muchos que jamás se atreverían cruzar por algunas calles de Santurce decidan caminar...
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