Secretos de mis libretitas
Por Paco Villón
Especial El Nuevo Día
Para mí son simplemente "mis libretas" o "mis libretitas", que cuido como a mis nietos y que me han acompañado a muchos lugares, desde las fondas de la montaña hasta los Tres Estrellas de Francia. En estos momentos tengo una perdida y ando como la gallina que le falta un pollito y no lo encuentra, porque ellas encierran información que para mí es muy valiosa. Curiosamente, conservo la de mi primer viaje a Europa, en que no escribía, sólo dibujaba, algo que puede decir más que mil palabras.
Muchísimas veces, mis notas de comida o vino no son lo suficientemente extensas como para publicar un artículo entero, pero pueden ser interesantes para mis queridos lectores, así que agarré mis libretitas y me puse a hurgar y aquí les ofrezco hoy algunas "orejitas vinícolas y gourmet de la semana".
Este domingo nos invitó un amigo, gran cocinero, a almorzar un Ossobuco en su casa. Abrí mi modesta bodeguita y saqué dos vinos que llevé y descorchamos con el Ossobuco. El primero fue un Pio Cesare Barbera d'Alba 2006 (****), de la bodega que fundó Pio Cesare en 1881. Actualmente Pio Boffa, su descendiente, sigue produciendo vinos de altísima calidad y otros más modestos y accesibles al bolsillo del consumidor que no puede o no quiere gastarse mucho dinero; de cuando en cuando, si la añada ayuda, este vino puede ser muy bueno y en 2006 las buenas bodegas produjeron buenos vinos en Piamonte. A todos en la mesa nos encantó y alguien dijo, "yo compro Barbera d'Alba con frecuencia". Este estaba listo para beber y maridaba estupendamente con el Ossobuco. Lo distribuye V. Suárez y Cia. y lo puede comprar en El Hórreo de V. Suárez o en alguna de las principales tiendas de vinos.
El próximo lo servimos después del Barbera, pues son vinos más robustos por naturaleza (14% de alcohol). Este Zenato Amarone 2001 es de la región de Valpolicella, cerca de Verona, en el nordeste de Italia. Muy complejo de aromas y sabores, ha añejado muy bien y a sus 9 años ha redondeado sus aromas y sabores a ciruela, café y chocolate y el posgusto; nos dejó a todos impresionados. Lo distribuye B. Fernández y Hnos. y lo puede comprar en El Almacén del Vino o en alguna de las principales tiendas de vinos.
Tuve la precaución de sacar mi libretita, agarrar al cocinero y hacerlo que me dictara su secreto del Ossobuco, que quedó fabuloso.
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