Los secretos del negocio

Por María Teresa Szendrey Ramos

accionista en la división corporativa de Fiddler, Gonzalez y Rodriguez, P.S.C.

La Ley de Secretos comerciales sería, después de la Ley de Marcas de 16 de diciembre de 2009, la pieza de legislación de mayor relevancia adoptada por esta administración para la protección de la propiedad intelectual.

Aprobar este Proyecto es indispensable en nuestra Isla tan necesitada de estímulo económico, pues es más probable que una compañía decida invertir en un lugar donde su propiedad intelectual está bien protegida, que en un lugar donde no lo está.

Esta realidad, unida a la proliferación de empresas cuyo valor reside más en su propiedad intelectual que en sus bienes raíces, hace relevante la discusión pública de la protección de estos derechos.

Pero, ¿qué es un secreto comercial?

Un secreto comercial -también conocido como secreto de negocio o industrial- es cualquier información que pueda tener una empresa y que tenga un valor económico por el hecho de ser secreto o desconocido para terceros.

Se puede tratar de cualquier tipo de información, fórmula, compilación, método, técnica, proceso, receta, diseño, tratamiento, modelo o patrón.

Para ser considerado un secreto de negocio, sin embargo, su dueño tiene que tomar las medidas que razonablemente son necesarias para su protección. En otras palabras, para gozar de la protección que merece este tipo de propiedad intelectual, la información tiene que mantenerse confidencial en todo momento, además de darle a su dueño una ventaja competitiva por el hecho de que no está accesible al público.

La fórmula de Coca Cola es quizás el secreto comercial mas conocido en el mundo. Pero todo comerciante, grande o pequeño, debe saber que hay otro tipo de información, tal como una lista de clientes, que sin ser particularmente complicada goza de la misma protección que tendría un proceso complejo generado por una compañía de tecnología. En el caso de la lista de clientes, siempre que la misma le represente a su dueño una ventaja comercial sobre sus competidores, y que se tomen las medidas que razonablemente sean necesarias para mantenerla secreta, ésta se consideraría un secreto comercial y se protegería como tal.

De acuerdo al Proyecto 1850, las medidas que se pueden considerar razonables para mantener la confidencialidad del secreto comercial son, entre otras: limitar el número de personas autorizadas a acceder la información dentro de la empresa, requerir que los empleados autorizados a...

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