'Hay que seguir el instinto'

Por Patricia Vargas Casiano

End.pvargas@elnuevodia.com

Sin embargo, al hablar con ella, no tardamos en darnos cuenta que la palabra que mejor describe la etapa por la que pasa en estos momentos es madura.

Por su parte, Sebastián, de tres meses, el primogénito de su relación con el jugador de la NBA, José Juan Barea, está divino. Tiene las facciones y el color de pelo de la madre, y color de piel del padre. Es un niño "criao", como dicen en el campo; ríe todo el tiempo y hace sonidos con la boca para llamar la atención de su mamá. A ella le regala su primera sonrisa al despertar.

"Lo más maravilloso es cuando en las mañanas, entre dormido y despierto, escucha mi voz y lo primero que hace es reírse y gritar. Es hermoso, porque ya puedo jugar con él. El otro día le estaba mordiendo los piecitos, luego me puse a hacer otra cosa y cuando viré a verlo él me seguía subiendo los piecitos para que le mordiera otra vez. Ya juega y se voltea en la cuna. Es increíble cómo cambian los niños de la noche a la mañana. Aunque no tengo un tono de voz muy bonito le canto. A él le encanta y se ríe", contó la Miss Universo 2007 en exclusiva con El Nuevo Día.

Pero a pesar de la felicidad que la embarga, confiesa que aún siente ese vacío postparto que le da a algunas mujeres.

"Disfruté tanto la maternidad, que a veces voy hacia atrás en mi mente a cuando estaba embarazada y pienso que me gustaría tener el bebé en mi pancita. Extraño sus movimientos dentro de mí y sentirlo tan mío. Al ver que ya estaba afuera de mí comenzaron mis miedos y preocupaciones, sentía que no podía protegerlo del todo. Yo era su escudo cuando estaba en mi barriga. Ser mamá es mi prioridad y seré su escudo en todo momento, pero en los momentos en que no pueda estar con él físicamente se lo encomendaré a Dios".

La ex reina de belleza asegura ser la mujer más afortunada al haber conocido la gloria del amor, el más puro que haya sentido.

"Cada vez que lo miro pienso, 'Dios mío, qué bonito poder tener un bebé'. Cada día de mi vida voy a trabajar por tener una bonita relación con él, que me vea como una amiga. Somos nosotros dos contra el mundo, somos Sebastián y yo".

Pero, ¿y papá?, le preguntamos.

"Es otro amor bien distinto al que existe entre madre e hijo, pero papá juega un papel sumamente importante. Él tiene un espacio muy grande en mi corazón, sabe que lo amo muchísimo y que siempre vamos a estar juntos, porque nos une ese lazo tan fuerte y tan bonito que es nuestro hijo", dice sin...

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