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Seis municipios eliminaron sus deudas con BGF

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Vincent

Desde que el ahora extinto Banco Gubernamental de Fomento (BGF) congeló los depósitos y los préstamos a los municipios en 2016, las obligaciones de los ayuntamientos se han reducido en un 30%, según datos de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf).Específicamente, la deuda consolidada de los municipios se redujo de $3,800 millones a $2,600 millones, precisó Christian Sobrino, jefe de Aafaf.Este cambio responde a dos factores, explicó el funcionario. Por un lado, los ayuntamientos se mantuvieron pagando sus deudas después de congelados los préstamos y, por el otro lado, el proceso de ajuste de deudas del BGF permitió que se sacara de los libros una buena parte de lo adeudado."Para el año fiscal 2016 hasta ahora se ha reducido la deuda de los municipios como un 30%. Eso es positivo. Como los municipios han seguido pagando, han seguido bajando su deuda", dijo Sobrino en una entrevista con El Nuevo Día.De hecho, en este proceso de ajuste de deudas del BGF los pueblos de Carolina, Fajardo, Hatillo, Humacao, Lares y Rincón eliminaron las obligaciones con el antiguo banco del gobierno de Puerto Rico. Estos ayuntamientos, sin embargo, podrían tener deudas con instituciones privadas de crédito o con el gobierno federal, dijo Sobrino.Por otro lado, otros ayuntamientos permanecen con deudas relativamente altas pagaderas a la Autoridad de Recuperación de la Deuda del BGF, entidad sucesora del otrora agente fiscal.Por ejemplo, el municipio de Guaynabo se mantuvo con una deuda de $92 millones. Esto es equivalente a $1,014 de deuda por cada habitante de este municipio. Otros pueblos con índices altos de deudas por habitante (incluyendo los recién nacidos) son Dorado ($876), Maricao ($851), Toa Baja ($806), Maunabo ($788), Barceloneta ($749), Santa Isabel ($692), Yauco ($669), San Juan ($621) y Vieques ($581).Detalle del ajusteEstas cifras reflejan el saldo después de ajustadas las deudas del BGF con el acuerdo voluntario de reestructuración que se alcanzó a finales de noviembre bajo el Título VI de la Ley Promesa.Lo primero que se hizo fue ajustar el monto de los préstamos a la cantidad que el BGF llegó a desembolsar. De ordinario, el BGF liberaba los fondos de los préstamos poco a poco, en la media en que la obra a financiarse progresaba. En los libros, sin embargo, se anotaba la deuda del préstamo completa. El ajuste de ese número fue la primera corrección.El otro ajuste fue sobre los depósitos que tenían los municipios en el Banco...

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