Severo castigo al imprudente

Por Yanira Hernández Cabiya

yhernandez@elnuevodia.com

El estatuto, que entra en vigor el próximo 1 de septiembre, establece penas fijas de tres, ocho y 15 años, según la modalidad del delito pero, además, elimina la posibilidad de extinguir las penas mediante acuerdos económicos para resarcir los daños sufridos.

Según la Comisión para la Seguridad en el Tránsito (CST), en Puerto Rico ocurren cerca de 200 muertes por accidentes en las carreteras cada año. El 40% de esos fallecimientos está relacionado con el uso de alcohol.

"Vemos este código como un disuasivo. Nos ayuda en nuestro esfuerzo de erradicar al conductor ebrio y negligente de las vías públicas", expresó Zoreimy Rivera Hernández, directora de la CST.

La funcionaria destacó que, con el código anterior, los jueces tenían la facultad de imponer penas bajas, aun en casos en los que la víctima moría a causa de un accidente producido por un conductor que guiara bajo los efectos del alcohol.

"Con este nuevo código ya no tendrán esa prerrogativa. Estamos dando más herramientas a las autoridades para asegurarnos de que esas personas salen de la calle", insistió Rivera Hernández.

Señaló que la misión de su agencia es velar por la justicia "de las miles de víctimas de conductores irresponsables que, no solo ocasionan la muerte de terceros, sino de los miles que quedan mutilados y de sus familiares". "Estamos llevando un mensaje de que, si guían borrachos, pueden perder su libertad", insistió.

La ley vigente establece que el límite de alcohol en la sangre permitido para conducir un automóvil es de 0.08% en los adultos mayores de 21 años y de 0.02% en los jóvenes entre 18 y 20 años.

Esto significa, por ejemplo, que, en promedio, con tres cervezas en un periodo de una hora -para los hombres- o dos copas de vino -para las mujeres- se podría estar sobre el límite legal permitido.

Para la abogada y exfiscal Ana Paulina Cruz, el aumento en las penas que establece el código es excesivo, porque no es correcto que sirva de disuasivo ni asegura la convicción de los conductores negligentes. "La gente no anda con el código bajo el brazo, ni se levanta por la mañana pensando que va a beber y a provocar un accidente para matar a una persona", explicó.

Cruz señaló que las campañas de orientación, como las que realiza la Comisión para la Seguridad en el Tránsito, pueden ser más efectivas.

"No hay una relación directa entre el aumento en las penas y la disuasión para cometer delitos", puntualizó.

Por su...

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