“Sigo siendo el número uno”

Juan ‘ Terín’ Pizarro libró grandes batallas desde el montículo y fuera del terreno de juego durante sus exitosos años como lanzador profesional en el béisbol. Sin mucho reconocimiento el zurdo de la Calle Calma en Santurce se convirtió en uno de los mejores lanzadores de su generación.

Hoy a los 80 años y retirado de todo lo que tenga relación con el deporte que tanto amó y trabajó por seis décadas, Pizarro libra la más grande de las batallas. Ya no se trata de pasar a un bateador con una de sus famosas rectas a más de 95 millas por ahora. Es algo mucho más serio. Pizarro padece de cáncer metastásico y se mantiene luchando por su vida día a día. Pero nada parece amilanar al otrora lanzador de los Cangrejeros de Santurce.

Sentado en la terraza de su hogar en la urbanización Los Ángeles de Isla Verde, Pizarro recibió a El Nuevo Día y contó sobre este delicado episodio de vida.

“Yo me operé de la próstata. Pero después que el doctor me dio de alta me descuidé y no fui a chequearme continuamente”, confesó Pizarro. “Como dos o tres años más tarde sin darme cuenta, empecé a perder libras. Hasta que los amigos me decían que estaba flaco. Me dio un mareo y me caí. Me dí un golpe en la cabeza y me llevaron al hospital. Tenía la hemoglobina en tres y allí me dijeron que tenía cáncer en todo el cuerpo. Se me había regado. Eso fue hace un año y dos meses”.

Pizarro luce bien físicamente. Tiene algunas libras de menos, pero su piel ni cuerpo reflejan significativamente los embates de la enfermedad.

“Emocionalmente estoy bien. Yo siempre voy para encima. Soy el uno y sigo siendo el número uno. Como yo tiraba la recta a 95 y 96 millas por hora, así voy ahora con la enfermedad. Voy para encima”, dijo mientras le observaba Charlie West, su hijo de crianza.

El exlanzador que jugó 18 años en Grandes Ligas y que ganó 12 o más juegos en cuatro ocasiones, conversó con este diario de forma animada, hizo chistes y aseguró no temerle a la muerte.

“No, no. La muerte es algo natural. Yo quisiera morir natural como mi mamá. Ella se quedó dormidita en la cama”, recordó.

Pero, con la excepción de no poder “darse su cerveza” como antes, Pizarro aseguró que continúa su vida normal, aunque sin dejar su tratamiento.

Muchos conocedores del béisbol consideran que eres el mejor lanzador que ha dado Puerto Rico. ¿Piensas que la gente se ha olvidado de ti y tu legado?

—Un rey ‘quitao’ y uno puesto. Acuérdate de eso. Esto es para uno y para el otro. Uno lo empieza y otros lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR