El sol, un riesgo para su salud

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

A partir de los 50 años, si no ha tenido cáncer de piel, debe ir al dermatólogo una vez al año. Si ya ha sufrido de la condición, como hay un riesgo de vuelva a aparecer, debe hacerlo dos veces anualmente. Y si ha recibido trasplante de algún órgano, debe ir más frecuentemente, entre tres y cuatro veces al año, según le indique su médico, porque los medicamentos inmunosupresores que toma aumentan el riesgo de tener cáncer en la piel, explica la dermatóloga oncóloga, Sheila Valentín Nogueras.

También es importante que las personas examinen su piel con regularidad porque es la manera más fácil de identificar cualquier aparición o cambio de una lesión o lunar que pueda representar riesgo. Valentín recomienda que las personas tengan un espejo largo y uno pequeño para que examinen todo su cuerpo.

Es importante detectar a tiempo "cualquier lesión nueva en la piel que no sane en un mes", advierte Valentín.

La razón para esto es que el cáncer de piel es uno de los de mayor incidencia en Puerto Rico y que es el tipo de cáncer más común en Estados Unidos. Lo padecen más de dos millones de norteamericanos.

Es causado por la radiación ultravioleta del sol o por las lámparas de bronceado artificial. De hecho, el uso de esas máquinas para broncearse de manera artificial es la razón por la cual cada vez hay más gente joven que desarrolla cáncer de piel.

Valentín explica que hay tres tipos de cáncer en la piel. Los primeros dos a continuación resultan, principalmente, de la cantidad de sol que ha tomado la persona durante su vida.

El carcinoma basocelular es el más frecuente. "Se presenta como un golpe que nunca sana, sangra espontáneamente, es traslúcido. El 80% de las veces ocurre en la cara, cuello y cuero cabelludo", señala la dermatóloga.

El carcinoma espinocelular es dos veces más común en hombres y usualmente lo padecen personas de 70 años o más. Es común que se desarrolle en el borde de las orejas, el labio inferior, el dorso de las manos, la cara, piernas y el área de la cabeza en personas calvas.

"Puede ser un parcho rojizo, escamoso, a veces áspero y, en algunos casos, pueden aparecer hasta verrugas. Pueden sangrar. Este tipo tiene un riesgo de regarse más allá de la piel, en un 2% a 3 % de las veces, en sus etapas avanzadas. Puede doler y puede picar, pero eso varía entre paciente y paciente, es común que...

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