Sombrío panorama para la industria turística en la isla

"El verano se perdió".Con estas palabras, Clarisa Jiménez, presidenta y principal oficial ejecutiva de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (PRHTA, en inglés), resumió el estado actual del sector, luego de que se aplazara la reapertura oficial de la isla al turismo del exterior y de que se volvieran a imponer restricciones más estrictas, en un intento por frenar el repunte en contagios de coronavirus COVID-19.El cierre de las playas para los bañistas, así como la orden de clausurar las piscinas de los hoteles y la prohibición a vender bebidas alcohólicas después de las 7:00 p.m., se tradujeron en una lluvia de cancelaciones de reservas para hoteles y paradores, de acuerdo con portavoces del sector. Estas restricciones estarán vigentes hasta mediados de agosto, a menos que el gobierno decida extenderlas, lo que preocupa a la industria, pues agosto, septiembre y octubre suelen ser los meses con menos actividad turística."En julio, nuestros hoteles iban a estar a más de 50% de ocupación y algunos tendrían un 75% de ocupación. Cuando vino la última orden ejecutiva, se desvanecieron esas reservaciones que teníamos y ahora la ocupación es de 10% a 30%", contó José Suárez, presidente de International Hospitality Enterprises (IHE), empresa local que administra seis hospederías en la zona metropolitana, de las cuales cinco se mantienen operando durante la pandemia."Al tener piscinas, playas, áreas recreativas y casinos cerrados, ¿quién va a venir a un hotel a quedarse encerrado en la habitación?", expresó Suárez, quien recordó que muchas hospederías en la isla tuvieron menos del 10% de los cuartos ocupadas desde el 16 de marzo, cuando comenzó el cierre general de comercios debido a la pandemia, hasta el 15 de junio, cuando se permitió el uso de piscinas -a una fracción de su capacidad- y playas.A mediados de julio, el gobierno volvió a cerrar las piscinas y playas, luego de que se reportara un repunte en los contagios de COVID-19 en la isla. También ordenó cerrar las barras, prohibió la venta de bebidas alcohólicas después de las 7:00 p.m. y aplazó la reapertura al turismo internacional, que debió ser el 15 de julio.El impacto de las medidas en la industria ha sido documentado por la organización de mercadeo de destino (DMO, en inglés) Discover Puerto Rico, que recientemente informó que la tasa de ocupación promedio de habitaciones hoteleras en Puerto Rico pasó de 10% el 31 de mayo a 44% el 5 de julio, para luego bajar a 24% la semana...

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