Sostienen hay componenda contra el Arzobispo

Por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ

VaticanInsider.es / Especial El Nuevo Día

Mientras en el Vaticano le han sugerido que renuncie, un nutrido grupo de fieles se ha movilizado para mostrarle solidaridad y defenderle. No están dispuestos a perderle como pastor. Mientras tanto el delegado apostólico para la Isla insiste en pedir a Roma su remoción sin saber, quizás, de la amistad que le une al papa Francisco.

El 8 de mayo González Nieves cumplió 14 años al frente de su arquidiócesis, mientras mantiene una dura pulseada con dos dicasterios de la Curia Romana: las congregaciones para el Clero y para los Obispos.

Sus responsables, los cardenales Mauro Piacenza y Marc Ouellet, han intentado destituirle sin éxito.

Por lo pronto casi un centenar de organizaciones formaron la llamada Coalición en Defensa y Solidaridad con el Arzobispo de San Juan, un organismo que pretende limpiar el nombre del prelado porque lo consideran "un elemento de unión".

Mientras tanto su vicario general, Leonardo Rodríguez Jiménez, denunció en una larga carta la existencia de una "cadena de ofensas", "intrigas" y "ataques" contra el clérigo.

En resumen: un cierre de filas en torno al arzobispo que ya se había manifestado en diciembre de 2012, cuando todos los miembros de la Conferencia Episcopal lo eligieron como su presidente, un cargo que ya había ocupado entre 2001 y 2007.

Esto no fue bien visto en Roma. Por eso, en una reunión el 15 de diciembre, el cardenal Ouellet y su secretario, Lorenzo Baldisseri, le reclamaron a González Nieves que "los obispos están de su lado".

Detalles aparte, todos los defensores coinciden en una cosa: las acusaciones contra él no tienen fundamento.

Y resulta difícil no dar crédito a sus afirmaciones. Sobre todo después que la congregación de Piacenza ordenase al arzobispo ecuatoriano de Guayaquil, Antonio Arregui Yarza, una exhaustiva auditoría a la gestión episcopal de su par puertorriqueño. Una visita apostólica iniciada en el lejano 25 de octubre de 2011, pero aún no concluida.

Si realmente existiesen problemas graves, 19 meses son más que suficientes para identificar las pruebas. Y si se tuviesen las evidencias, ni el prefecto Ouellet ni el papa hubiesen dudado en intervenir como ocurrió en el caso de los 81 obispos que fueron removidos durante el pontificado de Benedicto XVI por diversos motivos.

Aún así las "imputaciones" contra González Nieves permanecen.

Primero lo acusan de proteger a pederastas, pero existe un reporte de la Congregación...

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