Subriel recibe el mejor regalo de Navidad

FAJARDO - Después de tres años sin poder celebrar la Navidad en Puerto Rico, el campeón superligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Subriel Matías, espera pasar este año unas fiestas inolvidables junto a su esposa y sus tres pequeñas hijas Ahmedlia Victoria, Subrielyz Ahmed y Darianys Ahmed.Esta vez, no hay acuartelamiento en el exterior con miras a un combate a principios del próximo año. Matías viene de defender con éxito la correa mundial de la FIB ante Shohjahon Ergashev el pasado 25 de noviembre y pasará este periodo navideño en la isla.Hay alegría y emoción en sus palabras al hablar de la oportunidad de compartir esta época tan especial junto a sus seres queridos en su natal Fajardo. La intención del púgil, de 31 años, es crear memorias que las acompañen el resto de su vida.Y fue así como llegó a la Plaza Pública Antonio R. Barceló acompañado de sus niñas y de su esposa, Yachari Benabe, para conversar con El Nuevo Día sobre cómo está disfrutando estos días junto a su familia.Ahmedlia, Subrielyz y Darianys quedaron encantadas con la decoración en la plaza. La estación dedicada a Barbie fue de las primeras en llamarles la atención. Ellas querían jugar, pero antes debían tomarse unas fotos. Las chicas posaron para el lente de este medio, pero sus ojitos no dejaban de maravillarse con las coloridas figuras.Una vez terminó la sesión de fotos, Matías las dejaría jugar a su antojo mientras conversaba con este medio."Una vez tengo a mis hijas, veo la Navidad distinta", reconoció el monarca de la FIB sentado a un lado de la plaza, donde fue reconocido por varias personas.Por compromisos profesionales, Matías vivió unas Navidades diferentes en los últimos tres años alejado de su familia.Por ejemplo, este año enfrentó a Jeremías Ponce en febrero, por lo que despidió el año 2022 entrenando en México. Y en 2022 su primera pelea fue el 22 de enero ante Petros Ananyan y también estuvo acuartelado fuera del país a finales de 2021.Eran días difíciles para Matías al ver la mayoría de las familias reunidas. La nostalgia lo invadía. Perdía momentos tan especiales y únicos como ver -en persona- a sus hijas abrir los regalos el Día de Navidad. Debía conformarse con...

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