Sucusumucu

Félix Jiménez

Y no me digan que es muy tarde ya. A veces el mar trae las respuestas, y aquí hay mar y pescadores de sobra. El asfalto también las contiene.

Giorgio Agamben cuenta la historia del filósofo Alfred Sohn-Rethel y su experimento con los pescadores de Nápoles. Sohn-Rethel examinó por dos años, de 1924 a 1926, los minúsculos movimientos de los pescadores mientras cada mañana tramitaban sus vidas y sustentos con sus pequeños botes de motor. El prender, el apagar, el reparar. Repasó además los gestos y las acciones de los conductores de automóviles de esos años cuando sus vehículos los dejaban en el camino. El microuniverso de la gestión y el afecto y la necesidad que impone reparar: un placer monumental.

Y así fue que Sohn-Rehtel descubrió una teoría del éxtasis tecnológico. La llamó Philosophie des Kaputten: Filosofía de lo Roto. Dice Agamben que el filósofo encontró que las cosas sólo son funcionales para los napolitanos cuando estas no se pueden usar ya. "La cosa intacta que sola funciona bien, irrita". El...

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