La suntuosidad en rieles

Por Nydia Suárez Marín

Nos aguarda un desayuno suculento con jamones de primerísima calidad, frutas frescas, quesos, panes, bizcochos, jugos recién exprimidos y otros platos calientes y fríos. Ya para este momento, hemos internalizado que la tripulación está en una misión desenfrenada para que salgamos regustados. Y que a juzgar por la comida en un restaurante de Zaragoza, y la cena en el tren, la gastronomía será parte fundamental de una experiencia que más que para turistas es para viajeros.

En nuestras páginas interiores comprenderán por qué hay reincidentes del Al Andalus. Recientemente remodelado, este tren rememora la Belle Époque, pero en su atmósfera de esplendor conservador, abundan los detalles de modernidad, como wi-fi, computadora y cajas de seguridad.

Sin embargo, lo que es sin duda alguna el mayor tesoro de esta aventura viajera, es la tripulación, capitaneada por el jefe de Operaciones, Manuel García Sánchez, quien merece, si la hubiera, varias estrellas Michelin en calor humano. En conspiración con la anfitriona, Carolina Pereña Liranzo y con un equipo entrenado hasta la saciedad, provocan una combustión irresistible de lujo con calor humano.

Los recorridos del Tren Al Andalus duran 6 días...

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