''SUPE QUE DIOS ME HABÍA DADO UN TALENTO''

Por Rubén A. Rodríguez

rrodriguez1@elnuevodia.com

Nota del editor: primera de dos partes de una entrevista en formato preguntas y respuestas, al exintermedista de Grandes Ligas, Roberto Alomar, de camino a su exaltación al Salón de la Fama.

Así de fuerte fue la pasión que despertó en Roberto Alomar el béisbol. Sentimiento que ha perdurado hasta el presente.

EL NUEVO DÍA: Desde muy temprana edad comenzaste a practicar el béisbol. ¿Tuviste una niñez como cualquier hijo de vecino, en la que pudiste haber hecho cosas propias de los niños?

Roberto Alomar: Tuve una niñez normal como los otros niños de la calle del pueblo; así me criaron; iba al río, jugaba con mis vecinos; lo primero que me enseñaron en mi casa fue la humildad.

END: ¿A qué edad tu padre Santos se dio cuenta de que eras un pelotero en potencia? ¿A qué edad lo pensaste tú?

RA: Desde muy niño se dieron cuenta de mi amor al juego; siempre quise ser pelotero, seguir los pasos de mi padre. Crecí en un parque de pelota, desde los 5 años.

END: Cuando Luis Rosa te firmó como pelotero, ¿sabías que llegarías tan lejos? ¿ Si es no, por qué?

RA: Nunca pensé a dónde yo iba a llegar; solo jugué con mucha pasión; supe que Dios me había dado un talento que era lo más importante para jugarlo. Mis metas eran llegar lejos, jamás de obtener tantos logros. Le doy gracias a Dios por darme esa oportunidad de jugar al nivel más alto.

END: ¿Qué representaron los Padres de San Diego -organización que lo firmó- para ti?

RA: Significan mucho; fueron los que me dieron la oportunidad de lograr mi sueño.

END: Para ese entonces tu padre Santos y tu hermano Santitos también estaban en la organización. ¿Te sentiste en familia? o ¿Sentiste alguna presión?

RA: En familia; mi padre y mi hermano jamás ponían presión. Mi padre me decía que trabajara duro para llegar a las Grandes Ligas.

END: Tu hermano y tú son casi de la misma edad. ¿Hubo algún celo de parte de ustedes durante esos primeros años de carrera.

RA: Nunca. En mi hogar nos enseñaron a apoyarnos siempre; estar unidos como familia.

END: ¿Qué pensaste...

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